jueves, 24 de diciembre de 2009

Te desnudé

Te desnudé
pero no pude entrar
en tu sed.

Había ventanas cerradas,
un muro infranqueable,
una pared sin piel.

En la boca había candados,
Cierres,
hímenes de hierro.
Una puerta sin bisagras.

Los ojos se cubrieron de deseo,
en una tez tan distante.
Un ejército de poros
beligerantes.

No hay comentarios: